Llego el verano, como dice el corte ingles el “summer time”, llego el tiempo de “la caloh”, de las vacaciones, de la playa, de las piscinas. Es hora de guardar la ropa de abrigo en los armario, bueno mejor nos esperamos hasta miércoles por si acaso, que ya se sabe lo que dice el refrán “hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”, es hora de sacar las chanclas, los pantalones cortos, las camisetas interiores de tirantes blancas para ir por casa (estas no sirven para ir a la playa, no queda bonito), es hora de los puestos de hippies.
Ya no es época de cocidos ni potajes aunque los sigan poniendo de menú en los bares de carretera, ahora apetece gazpacho, ensaladilla, sangría fresquita, sandias enfriándose en la arena de la playa, filetes empanados fríos en un taper, tortilla de papas en la playa, helados, os polos de nieve, la horchata y granizada de limón, de comer erizos a la orilla del mar.
Llego la hora de la siesta viendo el tour de Francia mientras se queda tu huella pegada en el sofá (yo tengo la teoría de que la sábana santa no es la huella de la resurrección de Jesús, es la sabana que tenía María en el sofá de eskay y después de que el niño se pegara una siesta de 4 horas quedo eso), los domingueros, de las verbenas de los pueblos, las disco terrazas, de las 4 horas de digestión, de las medusas, de dar 100 vueltas para no encontrar aparcamiento, de los mosquitos, de los pinchazos de erizo, de las quemaduras, las rozaduras, de los niños con la pelota molestando en la playa, los viejos con los bañadores marca paquetes , de la arena pegada por todos los sitios, de los cuadernillos rubio y Santillana.
Si te paras a pensarlo el verano no tiene tantas cosas buenas, pero no podemos negar que la “caloh” tiene algo extraño y es que nos hace hacer cosas que el resto del año no se nos ocurriría hacer, como por ejemplo comprarnos un colgantito con cuentas de madera con infinitos colores.
Así que gente a disfrutar del verano que pasa una vez al año y luego en diciembre lo echamos de menos, cuidado con el sol y ir por la sombra.
Si a alguno se le ocurre alguna cosa buena o mala, la puede dejar abajo en los comentarios.
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Nada mas terminar el post y subirlo me han venido a la cabeza varias cosas que no pueden faltar en el verano de playa, los chiringuitos, los espetos de sardinas y los vendedores de bolsos en las playas.
ResponderEliminarCómo se nota que tú duermes con tu "kill-puff personal" al lado. Sólo has comentado de pasada sobre los mosquitos!!! Qué pesadilla!!
ResponderEliminarY las chinas que te hacen masajes en la playa...y el cubito, el rastrillo y la pala para hacer castillos...y Jorgie Dance!!!