Esta era una de las rutas que más ganas tenia de hacer de nuestra sierra, había estado muchas veces en el arroyo molino, conocido por muchos como los baños de Popea, pero no conocía el Arroyo Bejarano y por lo que había visto y leído era una de las joyas de la sierra.
La ruta en total han sido unos seis kilómetros y medio, he tardado 3 horas y 40 minutos, hay que tener en cuenta que he ido con el niño (3 años) y que hemos tocado y jugado con todas las piedras y palos del camino, además hemos parado varias veces para comer y descansar. La ruta es muy fácil y recomendable para todo el mundo. Unos 3 kilómetros de la ruta son por caminos anchos.
Subimos hasta trassierra en coche y en la entrada del pueblo nos encontramos con una pequeña imagen de una virgen y un cartel informativo sobre las rutas de esta zona, aquí giraremos a la derecha , circulamos durante unos 2 kilómetros, hasta que llegar a un cruce en el que nos encontramos con una señal de madera con las indicaciones para ir hacia los baños de Popea y el sendero GR-48 que nos lleva hasta Cerro Muriano, esta es la dirección que cogeremos nosotros.
Los 2 primeros kilómetros son por un camino de tierra sin ningún tipo de dificultad, debemos ir siguiendo siempre las indicaciones del GR-48. Aquí os dejo un recordatorio de las señales de senderismo, las podemos encontrar en postes de madera situados junto al camino, en árboles, paredes, etc…
A unos 800 metros nos encontramos con el camino que viene desde la Fuente del Elefante, un sitio muy recomendable para visitar, así que si estás bien de fuerzas solo lo tienes a un kilómetro. Este primer tramo de camino discurre en una zona de dehesa y podemos encontrar grandes ejemplares de encinas y pinos.
Cuando lleguemos al Arroyo Bejarano nos encontramos con un cercado y una puerta a cada lado del camino, en primer lugar cogeremos la derecha, en este punto tenemos 2 paneles informativos que algún espabilado se ha preocupado de destrozar. Continuamos andando unos metros y llegamos hasta el primer venero del bejarano, en este punto nos encontramos una construcción desde donde brota el agua, desde este punto se captaba el agua para el acueducto romano de Valdepuentes, que tiene una longitud de unos 18 km. Supuso durante cientos de años el aporte más importante de agua a nuestra ciudad, con 20.000-35.000 m3 al día. Esto hizo que Córdoba gozara de una calidad de vida superior a otras. En época árabe, el acueducto siguió siendo utilizado principalmente para abastecer a la ciudad palatina de Medina Azahara.
Regresamos sobre nuestros pasos y cogemos la puerta que quedaba a la izquierda, a partir de este punto hay que tener cuidado ya que es una finca privada y nos podemos encontrar con ganado suelto. No es peligroso pero puede ser que no nos demos cuenta y nos salga alguna vaca huyendo de entre los arbustos y nos dé un buen susto. Si nos encontramos alguna con quedarnos quietos se irán solas.
Siempre caminaremos por el margen derecho del arroyo bejarano, no hay ninguna indicación de cuál es el sendero, pero se ve con facilidad. En el primer tramo nos encontramos con la Casa del Bejarano, una construcción derruida. Y unas zonas cercadas, en estas zonas cercadas se está repoblando con olmos, uno de los problemas de estas zonas de dehesa es el envejecimiento de los árboles, ya que los pequeños árboles que puedan crecer son comidos por el ganado.
Continuamos el sendero durante un kilómetro y nos encontramos con la puerta de salida de la finca, MUY IMPORTANTE cerrar la puerta al salir, continuaremos caminando por el margen derecho del arroyo, desde este punto el camino discurre por el bosque en galería, encontraremos avellanos, alisos y olmos.
Continuamos con nuestro camino y llegamos hasta las minas romanas de cobre, Toda la cuenca del río Guadiato ha sido explotada desde época romana por sus recursos mineros.
Estos recursos metálicos ayudaron al nacimiento y desarrollo de la Corduba anterior a la romana. En época romana las minas se multiplicaron y mejoraron sus técnicas de producción, convirtiendo a Corduba en una capital abastecedora de cobre. Los musulmanes utilizaron las minas más importantes .
Seguimos el curso del arroyo hasta llegar a su desembocadura en el Rio Guadiato, en este punto cruzaremos a la otra orilla y continuaremos nuestro camino por el margen izquierdo del rio Guadiato, aquí se abre el valle y podemos disfrutar de un paisaje increíble.
En esta zona es donde se observan claros ejemplos de vegetación de ribera. Sauces, fresnos y, sobre todo, arces de Montpellier que son acompañados en la desembocadura del arroyo por algunos ejemplares de enebro. El río Guadiato tiene una especial importancia como corredor verde. Ya que une los parques naturales de Cardeña-Montoro y la sierra de Hornachuelos, este corredor sirve de paso para la fauna incluido el lince ibérico.
Este tramo es de unos 300 metros, primero nos encontraremos con el el arroyo del coronel el cual debemos cruzar y a los pocos metros llegaremos al arroyo del molino, cruzamos el arroyo y subimos por el margen derecho. A unos 100 metros de subida debemos volver a cruzar el arroyo y a unos pocos metros nos encontraremos con el Molino de Martinete.
Este molino no se utilizaba para moler grano, si no para moler mineral y debe su nombre a los martinetes, los martinetes eran piezas de hierro accionadas por ruedas hidráulicas para aserrar árboles y fabricar tablones. Este molino es conocido así por un antiguo aserradero que debió existir en el pasado.
Durante todo el camino que transcurre por el Arroyo del molino encontraremos olmos, alisos, avellanos y almeces y, sobre todo, la presencia puntual del arce de Montpellier, que constituye la única cita de esta especie en la sierra cordobesa.
Continuamos el ascenso y llegamos a los conocidos como baños de Popea, la caliza disuelta se va depositando en las paredes, troncos y piedras del cauce formando rocas sedimentarias llamadas tobas, que forman piscinas naturales rodeadas de numerosas plantas.
Continuamos la subida y pasaremos junto a las ruinas de la captación
de agua de los molinos, seguimos ascendiendo hasta llegar al camino y desde
este punto nos quedan unos 600 metros hasta donde hemos aparcado el coche.
Espero que os haya gustado la ruta y que si la hacéis compartáis
vuestras experiencias conmigo.
Todas las fotos de la ruta.
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